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¿Cómo convertirte en un buen líder?

 

¿Por qué abundan los malos jefes? Es decir, los que no escuchan, los que quieren mandar a golpe de autoridad, los que se cuelgan medallas, etc. Por una razón muy sencilla: ¡porque ser un buen jefe es muy difícil! Y serlo siempre, todavía más.

Los malos jefes o directivos tóxicos están muy pero que muy extendidos. En España, según algunas encuestas, el 36% de los jefes son tóxicos. ¡El 36%! ¿Qué suele desencadenar la mayoría de comportamientos de los malos jefes? He hecho esta pregunta unas cuantas veces en el último año, en formaciones y en conferencias, y la respuesta es siempre unánime: la inseguridad. Por supuesto, si a la inseguridad se le añade estupidez congénita del directivo, el problema (del jefe y de sus colaboradores) crece exponencialmente. No citaré ejemplos, pero seguro que todos conocen algún caso más o menos cercano…

La forma de actuar del jefe le confiere, o no, el respeto y el seguimiento de sus colaboradores. Para lograrlo, hay dos características que debe tener el buen líder sí o sí. La primera, defender los intereses del grupo por encima de los suyos propios. Y la segunda: dar ejemplo. Fíjense a su alrededor y verán que es muy pero que muy difícil encontrar líderes que cumplan esas dos cualidades simultáneamente. Además, hay que tener en cuenta que el modelo de liderazgo evoluciona. No es lo mismo ser un jefe (un líder) hoy que hace treinta años. Antiguamente, imperaba el liderazgo transaccional: tú me das, yo te doy. De ahí pasamos al liderazgo carismático, muy en boga en los años 80: líderes que parecían tener un aura especial y a los que había que seguir por ese magnetismo suyo (un ejemplo era Jack Welch, el «big boss» de General Electric). Luego, se consideró más adecuado el liderazgo inspirador (el ejemplo paradigmático sería Steve Jobs). Hoy en día, el modelo que prevalece es del LIDERAZGO TRANSFORMADOR, es decir el liderazgo orientado a transformar y hacer crecer a tus colaboradores. Yo digo siempre que el liderazgo es un asunto de EQUILIBRIO: Exigir y Dar. Exigir esfuerzo y, sobre todo, resultados. Dar medios, salario adecuado, buen ambiente, flexibilidad…Además, el buen líder se atreve a algo muy difícil: a pedir feedback sobre su forma de dirigir personas.

Mírate en el espejo: ¿eres un buen líder? ¿Qué te sobra? ¿Qué te falta? Plantéatelo… Atrévete a preguntárselo a tus colaboradores… Y a por ello.

Emociones en las organizaciones

Nuevo ‘Tip de Management’, es decir mis consejos de gestión en versión píldoras en vídeo.

Seguro que muchos habéis visto «Del revés» (en inglés, “Inside Out”), la película que Pixar estrenó en 2015. Es mucho más que una «simple» película infantil, de hecho es muy recomendable para adultos, que la pueden entender en toda su complejidad. Es una fantástica aproximación al mundo de las emociones.

Hasta hace poco, las emociones tenían mala prensa. Parecía que la forma adecuada de gestionar la vida era en modo «racional». Hemos tardado siglos en darnos cuenta de que no es así. Ahora sabemos que las emociones son tan o más importantes que la razón. De hecho, las emociones y el cerebro conforman un tándem. Trabajan en equipo. Por tanto, la clave es saber gestionar adecuadamente el cerebro y las emociones.

Tenemos seis emociones básicas, tal como describió el psicólogo Paul Ekman: miedo, ira, tristeza, asco, sorpresa y alegría. ¡Cuatro de ellas son negativas!: el miedo, la ira, la tristeza y el asco. La sorpresa es neutra, puede ser positiva o negativa. ¡Y la única 100% positiva es la alegría.

Las emociones negativas suelen paralizar o dejarte con ganas de poca cosa. Excepto una, la ira. La ira, a menudo, resulta energizante, especialmente cuando se produce por algo que sentimos como injusto.

Lo interesante es que, si las gestionamos bien, las emociones negativas nos ayudan a madurar y a crecer. Eso, en lo que se refiere a nosotros mismos. Por otro lado, en la relación con otros, resulta que gestionar personas es gestionar emociones. Somos nosotros los que elegimos qué emociones queremos provocar en otros. Es así tanto en la vida como en el trabajo. Si lo llevamos al terreno laboral, pensemos en aquella gente que nos rodea en nuestro día a día profesional. Nos podemos hacer una gran pregunta. ¿Qué preferimos inspirar en compañeros, colaboradores, clientes, etc?: ¿miedo o alegría?

La delgada línea roja entre innovar y fracasar – artículo en Sintetia

He aquí mi segundo artículo para Sintetia.com la conocida plataforma online de inteligencia colectiva sobre emprendedores, estrategia, economía y finanzas. 

En este caso, el artículo habla sobre innovación, desde la perspectiva del fracaso, algo inevitable al arriesgar y buscar nuevos caminos.

Failure is always an option

La delgada línea roja entre innovar y fracasar

19 de febrero de 2018 | Enrique de Mora

Hace unos años, el entonces director general de InfoJobs me explicó que en su evento corporativo anual otorgaban el “premio naranja” al proyecto más espectacular y ambicioso implementado y, he aquí lo más innovador, el “premio limón” al mejor aprendizaje a partir de una iniciativa fallida o semi-fallida. Ya no lo llaman así, pero siguen extrayendo aprendizajes de los proyectos fracasados total o parcialmente.

El año pasado, se inauguró en Helsingborg (Suecia) el primer Museo del Fracaso del mundo, una iniciativa de un profesor de psicología llamado Samuel West. Dicho museo expone unos 60 productos que fracasaron estrepitosamente en el mercado. Entre ellos, un bolígrafo para mujeres (‘Bic for her’), pasta de dientes Colgate con sabor a lasaña, el perfume de Harley-Davidson, una bebida que mezclaba Coca-Cola y café, las Google Glass y hasta un juego de mesa del omnipresente (y hoy, ‘omnipresidente’) Donald Trump. Según el fundador del museo, el propósito de la colección no es ridiculizar estos productos fallidos sino animar a las organizaciones a aprender mejor de los fracasos, en vez de ignorarlos y fingir que nunca sucedieron.

En el ámbito de la innovación, el éxito no se explica sin su presunto contrario, el fracaso. De hecho, el éxito no existiría sin el riesgo de fracaso. Van siempre unidos. El éxito y el fracaso, más que contrarios entre sí, son casi hermanos. Cualquier proyecto innovador es susceptible de éxito y fracaso. ¿Por qué? Porque está sujeto a la incertidumbre.

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¡Hazlo simple! – artículo en Sintetia.com

Con el arranque del año, he empezado a colaborar con artículos en Sintetia.com que, como bien saben sus muchos seguidores, es mucho más que un blog sobre emprendedores, estrategia, economía y finanzas. Sintetia se define como una plataforma online de inteligencia colectiva y surgió hace algunos años de la pasión de tres economistas: Abel FernándezJavier García y Andrés Alonso.

Tras darle algunas vueltas, decidí que mi primera colaboración debía versar sobre un asunto que siempre me ha seducido, la búsqueda de la simplicidad

Keep-it-simple

¡Hazlo simple!

15 de enero de 2018 | Enrique de Mora

Un empresario hotelero californiano viajó a Bombay. Era su segundo viaje a la ciudad india, dos años después del primero. En su nuevo viaje repitió hotel, de categoría sensiblemente inferior a los de su cadena. Al llegar al hotel, el empleado de la recepción le sonrió ostensiblemente y le saludó afectuosamente: “Bienvenido nuevamente, señor. ¡Qué placer tenerle de nuevo en nuestro hotel!”. El empresario americano se quedó gratamente sorprendido de que, tras dos años, en el modesto hotel indio detectaran que ya había estado alojado antes allí. Ese simple gesto de acogida le hizo sentir muy bien, por lo que decidió imponer el mismo sistema en sus hoteles.

Obviamente, pensó que la identificación de su estancia previa en el hotel de Bombay no era porque el empleado indio tuviera memoria de elefante. Habría que investigar en profundidad cómo hacerlo. A su regreso a California, el empresario inmediatamente puso a trabajar en este asunto a sus empleados. Tras el preceptivo estudio del tema, su equipo le propuso una solución a su petición, pero el empresario no acabó de verlo claro. Le dijeron que la solución consistía en buscar el mejor software de reconocimiento facial y de voz, dotado de cámaras especiales y con un sistema ultrarrápido con tiempos de respuesta en microsegundos.

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Liderazgo: mujeres, hombres y viceversa

Nueva colaboración en forma de artículo con Mi Empresa es Saludable sobre el apasionante mundo del liderazgo. En este caso sobre las diferencias que existen entre el liderazgo femenino y el liderazgo masculino, un tema en boga y controvertido.

liderazgo femenino

Liderazgo: mujeres, hombres y viceversa

En Europa, las mujeres suponen el 60% de los graduados universitarios, pero la mayoría de puestos directivos siguen ocupados por hombres.

4 diciembre 2017 | Enrique de Mora – Conferenciante, escritor y consultor en Management.

Empezaré aclarando que más que diferenciar entre modelos de liderazgo femenino y masculino me convence distinguir entre buen y mal liderazgo, independientemente del sexo. Aun así, como la contraposición entre liderazgo masculino y femenino es un tema actual y recurrente, intentaré reflexionar sobre los patrones de liderazgo de ambos sexos (lo que no significa que no haya hombres que sepan dirigir con pautas femeninas y viceversa).

El liderazgo se ha considerado tradicionalmente como un “asunto masculino”: los puestos de responsabilidad en cualquier ámbito (político, empresarial, judicial, académico, etc) han sido mayoritariamente desempeñados por hombres. En Europa, las mujeres suponen el 60% de los graduados universitarios. Sin embargo, menos de un tercio de los directivos de la pequeña y mediana empresa son mujeres, y en las 50 empresas europeas más importantes que cotizan en bolsa, sólo hay un 10% de mujeres en puestos directivos. Es decir, las mujeres europeas se forman, pero no ascienden en las empresas. En los últimos tiempos, se está intentando en cada vez más países cambiar la situación a golpe de ley (lo cual siempre es controvertido): mediante decretos que imponen una cuota mínima de mujeres en los órganos de decisiones de las empresas. ¡A veces puede ser conveniente establecer medidas legales para acelerar la destrucción de injusticias sociales tan clamorosas!

Por supuesto, hay diferencias entre el comportamiento masculino y femenino en un puesto directivo.

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El fin del mundo tal y como lo conocemos

Libro de Marta García Aller. Editorial Planeta, 2017.

El título puede sonar pelín apocalíptico, casi ‘jimenezdelosiano’, pero el subtítulo tranquiliza e indica por dónde van los tiros: ‘las grandes innovaciones que van a cambiar tu vida’. Es un libro sobre I-N-N-O-V-A-C-I-Ó-N, en mayúsculas. Y, por tanto, sobre tecnología, tendencias y futuro. Y, consecuencia de todo ello, sobre cambios de hábitos sociales. Es un ensayo fundamentado y ágil que busca entender y explicar lo que se avecina, aprendiendo de todo aquello que estamos dejando atrás.

No recuerdo cuando descubrí a la autora, la periodista Marta García Aller, pero sí que fue leyendo artículos suyos en la revista ‘Actualidad Económica’ y que me enganchó su forma de escribir y de contar la actualidad con puntería, soltura y humor. Ya sea en sus crónicas políticas (impagables muchas de sus colaboraciones en El Independiente) o en sus libros, disecciona la actualidad con viveza y desparpajo. Además de escribir, es profesora asociada del Instituto de Empresa, en la rama de Ciencias Humanas y Tecnología. Este último apunte biográfico no es baladí, dado que el Instituto de Empresa -para los amigos, IE, abreviándose igual que Inteligencia Emocional, lo que no puede ser casual- es, a día de hoy, la más innovadora de las tres grandes escuelas de negocio españolas (las otras son, obviamente, el IESE y ESADE).

“El fin del mundo tal y como lo conocemos” está estructurado en dos partes: ‘Cosas que se acaban’ e ‘Ideas que se acaban’. La primera parte se refiere a cómo están cambiando aspectos tan tangibles como el trabajo, el dinero o la fotografía, entre otros, y la segunda a conceptos como la forma de conversar, el reloj biológico o la intimidad, y algunas otras cosas más. Y, ojo al dato, el libro termina con bibliografía recomendada, para que podamos seguir tirando del hilo de las reflexiones que suscita la lectura.

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Lo que pudo haber sido y no fue

“El pasado está lleno de predicciones que nunca sucedieron. Y de futuros que envejecieron muy rápido. Se anuncian cada poco avances presuntamente fascinantes que caducan rápidamente en el olvido, porque las épocas de innovación lo son también de fracasos constantes.” Esta frase, extraída de uno de los primeros capítulos, define muy bien el espíritu del libro. El ensayo de Marta García Aller muestra un enfoque abierto hacia lo que viene, tamizado por el sentido crítico y por el sentido de la perspectiva. Hablar del futuro obliga a revisar el pasado y a analizar lo que antaño fueron aciertos -unos duraderos, otros efímeros- y fracasos que provocaron la muerte o agonía de empresas que parecían consolidadas (Kodak y Nokia son dos ejemplos). Ese acercamiento al pasado merece la pena, especialmente para los más jóvenes, que, como explica la autora, ya no recuerdan el mundo antes de Google.

Si mi abuela levantara la cabeza…

En el despliegue de innovaciones que nos depara y deparará la tecnología, cada lector encontrará aquellos temas que le seduzcan más. A mí, me han interesado particularmente las reflexiones sobre qué significa hoy en día la conexión a Internet, sobre la inteligencia artificial -tras décadas oyendo hablar de robots, ya han llegado de verdad- y sobre la transformación de la fotografía. Recojo aquí, a vuelapluma, algunas de las ideas del libro sobre esos tres ámbitos. Primero, la conexión a internet -sin la que vivimos durante siglos- ya es tan ubicua e invisible como la luz y el agua corriente. Y eso lo cambia todo, como lo hizo en su día la electricidad. Segundo, con la inteligencia artificial capaz de crear máquinas que piensen solas, se avecina una sociedad completamente diferente, en materia de empleo y en todos los terrenos (¡coches que conducirán solos!). La robotización afectará en España a cerca de la mitad de los trabajadores en la próxima década. El libro explica que los robots acabarán haciendo cualquier cosa en la que los humanos seamos mejores cuanto más entrenemos. La cuarta revolución industrial ya está colándose sibilinamente en nuestras vidas. El resquicio a la esperanza está en que seguirán siendo humanas aquellas tareas relacionadas con la percepción y manipulación en entornos desordenados, las que requieran inteligencia creativa e inteligencia emocional. Ahí, los robots, por mucho que piensen por sí mismos, lo tienen complicado. Y, en tercer lugar, hoy en día lo fotografiamos todo, pero las fotografías digitales que hacemos con el móvil no tienen, como antes, el afán de inmortalizar un instante sino de comunicarlo y compartirlo (a menudo, postureo mediante). Las redes sociales son el antiguo corcho de la habitación. Reflexiones interesantes, ¿verdad?

De la transformación digital a la transformación social

En el libro tienen cabida el internet de las cosas, el ‘big data’, los algoritmos, los robots, los drones, las redes sociales y hasta la posverdad. “Que algo sea posible no quiere decir que vaya a funcionar” asevera Marta García Aller, lo que le da pie a explicar algunos sonoros fracasos en materia de inventos e innovaciones empresariales. Véase el escaso recorrido de las Google Glasses lanzadas a bombo y platillo en 2012. En aquel momento todavía no habíamos adquirido la costumbre de fotografiar cada plato en los restaurantes. “Sin una función social, la tecnología fracasa”, concluye. Las nuevas tecnologías han propiciado el fin de hábitos que antaño parecían inmutables por los tiempos de los tiempos, como el de consultar la enciclopedia que ocupaba el lugar de privilegio en las estanterías del salón. La autora nos advierte de que el gran tesoro del siglo XXI es el rastro que dejamos en la red. Cualquier aplicación que utilicemos con frecuencia -llámese Facebook, Twitter o Google Maps- sabe más de nosotros mismos que nuestra pareja y amigos. Y no digamos si nuestro perfil es abiertamente narcisista y nos gusta más de la cuenta dejar rastro. Todo ello puede ser aprovechado por empresas (o desaprensivos) que quieren sacar tajada (legítima o no tanto) de nuestros hábitos de consumo. El gran negocio, ya sea en internet o a pie de calle, serán los datos. Ya está siendo así. El reto de cualquier comercio o empresa que se precie es saber quién es su cliente potencial o real y qué le interesa. Desde el punto de vista empresarial, lo que importa es conocer y entender las reacciones del consumidor. Bajo esa premisa, García Aller analiza el éxito de empresas como Amazon o la propia Zara, que desde el principio enfocó su negocio a conocer lo que demandaban sus clientes.

Y, por supuesto, García Aller aventura hipótesis de por donde se moverá el futuro. Por ejemplo, los zepelines que Amazon ha patentado como una especie de almacenes aéreos de productos, que podrían sobrevolar las ciudades del futuro llenos de mercancía con la que abastecer rápidamente a los drones de reparto que sirvan las compras a domicilio. Como dice la autora, eso sería realizar las compras en internet en la nube. Literalmente.

En síntesis, un libro para entender cómo todo está cambiando y transformándose. Un libro que de modo muy ameno -la sonrisa asoma con frecuencia- explica que la transformación digital conlleva la transformación social. En definitiva, un ensayo que me ha hecho pensar. Y eso no lo consigue cualquier libro ?. Como decían mis admirados Radio Futura, ‘El futuro ya está aquí’. Y este libro da cuenta de ello, con profusión de datos e información basada en la evidencia. Y con realismo y gracia.

Seduce y venderás

Conferencia en Business in Change 2017 by Juan Merodio

Quedan poco más de dos semanas para la 6ª edición del evento «Business in Change» que organiza anualmente Juan Merodio, el conocido experto en Marketing digital e influencer. El eje de este año es ‘Cómo enamorar y fidelizar al millennial’. Y se celebrará en Madrid.

Participan reconocidos ponentes del mundo digital. Uno de ellos será, por ejemplo, Carlos Fernández, ahora Director Digital y Social Media en Iberdrola, que se dio a conocer en su anterior trabajo como Community Manager de la Policía Nacional, con un estilo atrevido y desenfadado que abrió nuevos caminos. Otra es María Redondo, la conocida consultora de Social Media y co-autora de ‘Cómo preparar un plan de social media marketing en un mundo que ya es 2.0’. Y así hasta completar un panel de una docena de ponentes, incluido el propio Juan Merodio, claro.

Será un placer aportar mi granito de arena con «Seduce y Venderás» enfocado al cliente ‘millennial’.

Business in Change by Juan Merodio

En los últimos años y, sobre todo, en los venideros, cualquier marca que se precie y que quiera tener éxito debe afrontar un gran reto: seducir a una nueva tipología de clientes, absolutamente novedosa: los ‘‘millennials’’ -también conocidos como ‘Generación Y’, o ‘Generación Peter Pan’-, es decir, los jóvenes que nacieron entre 1982 y 2004. Conforman una generación muy apetecida para las empresas. No solo son esa gran masa de jóvenes consumidores que las marcas no comprenden, sino que además constituyen un grupo demográfico que está teniendo una elevada presión sobre los hábitos de consumo de los demás y sobre las cifras de ventas de muchas empresas. Los ‘‘millennials’’ están consumiendo de forma absolutamente diferente y están creando una especie de efecto arrastre. Sus preferencias y sus hábitos están creando tendencia.

La fecha de celebración del evento será el sábado 18 de noviembre de 2017, de 9.00 de la mañana a 14.00 horas. El lugar: Ayre Gran Hotel Colón (Calle del Pez Volador, 1, Madrid).

Se estima una asistencia de unas 300 personas en función de lo sucedido en ediciones anteriores. Acude gente de España y América Latina, fundamentalmente.

Para averiguar más sobre este evento, pulsa aquí.

Peter Drucker o Pedro I El Grande, el hombre que inventó el Management  

Hace ya muchos años que, para mí, Pedro I el Grande dejó de ser el cruel zar de Rusia para serlo Peter Drucker, el conocido como “padre del Management”. Si hablamos de gestión de organizaciones y personas, la referencia es y será siempre este pensador austríaco nacionalizado estadounidense. Cuando falleció, a finales de 2005, con 95 años, el Business Week le dedicó la portada que se merecía: Peter Drucker, el hombre que inventó el Management.

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A cualquiera que se inicie en este mundo de la gestión, le recomiendo empezar por Drucker. Y volver a él. Siempre. Drucker fue un revolucionario del Management. Iba varias décadas por delante de su tiempo, aventurándose a pensar, decir y defender conceptos de gestión inéditos e inauditos por aquel entonces. Afortunadamente, las empresas más avanzadas se atrevieron a seguir sus consejos, demostrando que éstos no sólo soportaban muy bien la práctica, sino que se convertían en paradigmas de buena gestión. Y, en consecuencia, acababan siendo implantados por muchas otras compañías. Peter Drucker fue un innovador y, como pionero del Management, se convirtió en el “faro” de la buena gestión. Es sin lugar a dudas, el autor que más ha influido sobre el pensamiento estratégico de negocios en el siglo XX y XXI.

Sus principales aportaciones. Muchos conceptos empresariales que hoy están ampliamente asumidos en la gestión moderna fueron defendidos por Drucker cuando nadie atisbaba nada parecido. Hoy en día, por ejemplo, todos hablamos de la importancia del aprendizaje en las organizaciones y de las empresas inteligentes. Pedro I, el grande, habló del tema y fijó el término en ¡1958!

Entre las principales aportaciones de Peter Drucker al Management están la dirección por objetivos, la dirección de personas como piedra angular de la tarea directiva, la descentralización y delegación de poder a los empleados, la importancia de la ética en las empresas, la innovación y el poner a los clientes en el centro de lo que hace la empresa. El padre del Management reivindicó el papel crucial de las personas en las organizaciones (diferenciándolas de otros recursos). Es decir, humanizó la empresa y la gestión empresarial, al defender el rol protagonista de las personas en las organizaciones, por su capacidad de integrarse en ellas, de coordinarse, de juzgar y de imaginar e innovar.

12 frases. Pero… más que leer sobre Drucker hay que leer a Drucker, por eso no quiero alargar innecesariamente esta recomendación y sí terminarla con 12 frases de Peter Drucker que siguen siendo plenamente vigentes y que creo que son un buen “caramelo” para tener ganas de adentrarse y devorar algunas de las piezas claves de su obra:

  • “La mejor forma de predecir el futuro es crearlo.”
  • “Los planes son solamente buenas intenciones a menos que degeneren inmediatamente en trabajo duro.”
  • «No hay nada más inútil que hacer eficientemente aquello que no debe ser hecho.»
  • “Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice.”
  • “Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente.”
  • “La mejor estructura no garantizará los resultados ni el rendimiento. Pero la estructura equivocada es una garantía de fracaso.”
  • «Nadie debería ser nombrado para una posición directiva si su visión se enfoca sobre las debilidades, en vez de sobre las fortalezas de las personas».
  • «La función de la empresa es crear clientes.»
  • «Dado que su objetivo es crear clientes, una empresa comercial tiene dos funciones básicas, y sólo dos: el marketing y la innovación. El marketing y la innovación producen beneficios, lo demás son costos.»
  • “La creatividad es el resultado de un duro y sistemático trabajo.”
  • «La motivación nos impulsa a comenzar y el hábito nos permite continuar.»
  • «La prueba de una innovación no es su novedad, ni su contenido científico, ni el ingenio de la idea… es su éxito en el mercado.»