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MENTORING: DE LA ODISEA AL ÉXITO

Mentoring o mentoría. ¿Te suena? Es algo de lo que se habla mucho. Está de moda… Y eso que es algo que se viene practicando desde el inicio de los tiempos.

Hoy, cinco preguntas relacionadas con el mentoring… Las tres primeras, las respondo yo. Las dos últimas son para que, si te apetece, las reflexiones y completes para tus adentros.

1️⃣ ¿DE DÓNDE PROVIENE EL TÉRMINO MENTOR?

De ‘La Odisea’, de Homero. Mentor era el nombre del tutor al que Ulises encomendó hacerse cargo de su hijo Telémaco (mientras él estaba en la guerra de Troya). En realidad, el sabio Mentor era la diosa Atenea reencarnada. En la antigua Grecia, las personas experimentadas eran muy valoradas y sus consejos eran recibidos con atención en las asambleas públicas.

2️⃣ ¿QUIÉN FUE EL MENTOR DE MARK ZUCKERBERG?

Steve Jobs ? El fundador y ‘gran jefe’ de Apple ayudó a Zuckerberg en los comienzos de Facebook a arrancar y hacer crecer la red social. Al fallecer Jobs, Zuckerberg le dedicó lo siguiente: “«Steve, gracias por ser un mentor y un amigo. Gracias por mostrar que lo que construyes puede cambiar el mundo. Te extrañaré.»

 3️⃣ ¿QUÉ ES EL MENTORING?

El ‘mentoring’ (mentoría, en español) es una relación profesional en la que una persona con experiencia (MENTOR) ayuda a otra menos experimentada (‘MENTEE’ o mentorizado) a desarrollar habilidades y conocimientos específicos que mejorarán su crecimiento profesional y personal.

4️⃣ ¿HAS TENIDO ALGÚN MENTOR?

En caso afirmativo, sopesa cuál ha sido el mejor y valora en qué cambió tu trayectoria gracias a su apoyo. [En caso negativo, ¿te lo has planteado alguna vez?]

5️⃣ ¿HASTA DÓNDE QUIERES LLEGAR PROFESIONALMENTE?

Cada persona es un mundo… Pero tanto si trabajas en una empresa como si lo haces por tu cuenta, un proceso de mentoring te puede catapultar hacia el éxito que deseas… Si te interesa saber más, contáctanos.

¿TIENES ESPÍRITU DE ‘GANBATTE’?

‘Ganbatte’ en japonés significa “¡esfuérzate al máximo!”. Es lo que se desean los japoneses ante cualquier reto. Toda la humanidad estamos experimentando, desde hace un año, un reto de proporciones gigantescas. Con la que está cayendo… es hora de aplicar el espíritu de Ganbatte. Para seguir adelante con fuerza.

Hace pocos días, la revista ‘El País Semanal’ publicó un artículo sobre este tema. El autor del artículo es Francesc Miralles, prolífico escritor de libros sobre desarrollo personal.

Las reflexiones son muy interesantes y, a mi juicio, de clara aplicación práctica. Se condensan en estos cinco consejos:

1️⃣ HACER EN LUGAR DE QUEJARNOS. Kamala Harris, la flamante vicepresidenta de Estados Unidos, cuenta que su madre le dio este consejo: “No te quedes de brazos cruzados mientras te quejas de las cosas; haz algo”.

2️⃣ DAR VALOR A LAS PEQUEÑAS ACCIONES. Un progreso modesto pero continuado acaba logrando una gran transformación (filosofía Kaizen, el proceso de mejora continua).

3️⃣ ESPERANZA EN LUGAR DE DESESPERAR. Una actitud esperanzada, enfocados en el día a día y no en el “cuándo acabará esto”, ayuda a mantener el ánimo.

4️⃣ NO DERROCHAR ENERGÍA. En discusiones que no llevan a ningún sitio, en lamentarnos. Necesitamos preservar fuerza mental para salir adelante.

5️⃣ BUSCAR LA COMPAÑÍA DE ENTUSIASTAS. Nos acabamos pareciendo a quienes frecuentamos. Acercarnos a personas con espíritu de ‘ganbatte’, que se esfuerzan en mejorar en vez de columpiarse en lo negativo, nos ayudará.

Son consejos procedentes de la milenaria cultura oriental. El ponerlos en práctica depende de nuestro esfuerzo individual.

Por supuesto, no son de aplicación instantánea. Especialmente, cuando uno está atravesando por circunstancias adversas. ¿Quién dijo que fuera fácil? 🙂 Requieren un esfuerzo importante, a nivel mental y actitudinal, para lograr encauzar nuestro ánimo y nuestro comportamiento por una senda mucho más productiva. Con convencimiento y empeño, ¡podemos lograrlo!

Historia de una fotografía

Esta es la historia de una fotografía. Todo empezó en 1957, cuando un joven almeriense aficionado a la fotografía retrató con su cámara a una niña de 11 años en el quicio de la puerta de su casa-cueva en La Chanca, el barrio marginal situado bajo la Alcazaba de Almería. Carlos, así se llamaba el joven aficionado a disparar instantáneas, bautizó la foto con el nombre de ‘Niña Blanca’, “porque su ropa y la pared tenían la misma estructura, como de cal”.

Niña blanca (Carlos Pérez Siquier, 1957)

Aquella foto y otras que hizo durante muchos fines de semana a otros pobladores de la Chanca para retratar su día a día, se convertirían en el símbolo del barrio, cambiando, de paso, la vida de aquel treintañero empleado de banca, para dedicarse profesionalmente a su verdadera pasión, la fotografía. El reconocimiento le llegó tarde al fotógrafo almeriense, pero en 2003 obtuvo el Premio Nacional de Fotografía.

La Fundación Mapfre de Barcelona le dedica a Carlos Pérez Siquier (¡89 años!) una gran retrospectiva con 174 fotografías de seis décadas, desde 1957 y hasta 2018, en la que destaca su pionero salto al color cuando este estaba reservado a la publicidad.

Con motivo de la inauguración de esta retrospectiva, en la crónica de ‘El País’ Pérez Siquier rememoraba cómo hizo la foto de ‘la niña blanca’ en La Chanca: “Subí como hacía cada fin de semana a fotografiar el día a día de las personas que vivían allí. Cuando pasé por delante de la niña, se colocó y posó para mí. Fue como un flechazo. Y yo que soy muy rápido le disparé una sola foto. Luego se metió a su casa sin cruzar una palabra y no volví a saber nada más de ella”.

Hace poco, más de seis décadas después de la foto que le hizo en 1957, el fotógrafo y la ‘modelo’ improvisada volvieron a encontrarse. ¿Qué provocó el encuentro? Elena, una de las hijas de la “niña blanca” descubrió la foto y contactó con el fotógrafo almeriense para pedirle una copia: quería regalársela a su madre con motivo de su cumpleaños. Ese obsequio tan especial provocó que Ángeles Hernández, así se llama la protagonista de la foto, quisiera conocer al celebrado autor de la misma. La ‘niña blanca’ reconvertida en mujer madura acudió emocionada al encuentro de un no menos emocionado Pérez Siquier y le desveló que el día de la foto, aunque su madre le dijo que se metiera en casa, ella sintió curiosidad por ser fotografiada por el ‘americano’, como llamaban los habitantes de la Chanca a aquel treintañero que se empeñaba en retratar la cotidianeidad del barrio.

Y le contó también cómo cambió su vida. Se lanzó a la aventura para irse a Mallorca a trabajar de limpiadora en un camping. Allí conoció a un inglés, que antes de regresar a su país, le prometió que volvería a por ella. Ante tamaña declaración de intenciones, la chica de la Chanca, sin apenas saber inglés, le preguntó dónde trabajaba. Cuando él le contestó que “en la bolsa”, Ángeles pensó que trabajaba de …. ¡basurero! Se casaron y se fueron a vivir a Londres, donde la joven almeriense descubrió que su flamante marido era eso que denominaban bróker…

Historia de una fotografía. 1957 … y 62 años después…

Y aquí la vemos, fotografiada de nuevo por Pérez Siquier en el quicio de la misma puerta de la misma casa de la Chanca, sesenta y dos años después, con una bonita trayectoria a sus espaldas. De la Chanca a la City de Londres. “Nunca pude imaginar cómo esta chica que nació en este barrio tan marginal hubiera estado en tantos sitios del mundo. Es una historia preciosa”, relataba Pérez Siquier.  

Efectivamente, es una bonita historia. La historia de una fotografía, que ayudó a dar identidad y fuerza a un barrio marginal y marginado. Y, también, la historia de Pérez Siquier, que transformó con éxito su pasión en profesión, y la de la ‘niña blanca’, que logró trascender sus orígenes humildes y crearse una vida plena. Una historia en la que se entremezclan talento, emociones, pasión, sentimientos, actitud, desarrollo personal y afán de superación. Esa es una de las fotos y de las historias que hay detrás de la exposición retrospectiva (hasta el  17 de mayo), sobre la obra de Pérez Siquier. ¡Merece la pena!