Darwin, selección natural e innovación
Naturaleza, biología e innovación van de la mano. La innovación empresarial a menudo se ha inspirado en conceptos y mecanismos biológicos. Darwin fue un pionero de la innovación, con su revolucionaria teoría de la evolución. La innovación es el motor de la evolución de organizaciones y de las personas, siempre sometidas a la implacable ley de la selección natural. A partir de ese enfoque biológico, veremos algunos casos de innovación y evolución tanto en el plano empresarial como en el emprendedor / individual.
La innovación debe ser asumida por las empresas de cualquier sector como un concepto estratégico. Las organizaciones – y las personas – que asumen la innovación como una necesidad, no como una opción, son las que consiguen evolucionar y alcanzar el éxito a pesar (o gracias a) la complejidad del entorno.
¿Y qué es la innovación? Innovar es, ni más ni menos, transformar las ideas en valor para la compañía, a través de la aplicación práctica de las mismas. Los beneficiarios de la innovación pueden y deben ser los clientes, los empleados, los accionistas, los proveedores y, en general, cualquier persona física o jurídica que se relacione con la empresa innovadora.
La innovación no sólo contempla la creación de nuevos productos o servicios, sino también la creación de nuevas metodologías, nuevos enfoques y nuevas eficiencias aplicables a todos los ámbitos de la empresa, es decir, a la estrategia, al marketing, a las personas, a las operaciones, etc.
Darwin, en su teoría de la evolución decía que en una especie sólo sobrevivían aquellos que gracias a una dotación genética específica, eran los más fuertes. Para ser los más fuertes, se necesitaban siglos de evolución y de cambios…