Pamplona InnovAction Week

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Recientemente, tuve el placer de participar en la 2ª edición de la InnovAction Week, que se celebró en Pamplona. Es un gran congreso y feria sobre la innovación en el que también participaron Ramón Vullings, Juan Merodio, Álex Rovira y Silvia Leal, entre otros. Todas las charlas que pude ver fueron bien interesantes, tocando temas como robots, blockchain y transformación digital. En mi caso, aprovechando mi condición de biólogo, intenté aportar un enfoque diferente, por lo que mi conferencia versó sobre «Darwin, selección natural e innovación».

Hablé de la creación y evolución de empresas en clave darwiniana, asumiendo que las organizaciones son seres vivos. Darwin defendía que la selección natural es el motor de la evolución. ¿En qué consiste la selección natural? La naturaleza favorece cualquier variación que represente una ventaja para sobrevivir. El azar puede provocar cambios entre la descendencia y, entonces, la naturaleza selecciona a aquellos individuos más aptos y elimina a los menos aptos. La lucha por la supervivencia es una verdadera competición. Solo los mejor adaptados (al entorno) consiguen sobrevivir y reproducirse, y, por tanto, transmiten sus caracteres a la descendencia.

Pues…., como en la naturaleza, en el mundo de la empresa, la selección natural apuesta por los mejores. Para que una empresa sobreviva debe diferenciarse (selección natural: adaptarse al medio a través de ventajas competitivas) y para durar mucho debe evolucionar (innovación continua).

Las empresas nacen, crecen, se desarrollan o no (unas crean filiales o se diversifican, otras se estancan, algunas son absorbidas) y mueren. Algunas se instalan de forma duradera en algún nicho ecológico. Otras experimentan una mutación -no fortuita, sino inducida voluntariamente- y se expanden por territorios nuevos, eliminando a sus rivales. A veces, asistimos a pequeñas sacudidas del entorno y a veces a grandes movimientos de concentración. Una innovación brusca transforma un equilibrio anterior y desaparecen empresas dominadoras de un mercado o, incluso, mercados enteros, surgiendo otros nuevos. En las sucesivas revoluciones industriales aparecen numerosos ejemplos de estos procesos donde emergen, crecen, compiten y se eliminan entre sí empresas o sectores.

En Europa, el 80% de las nuevas empresas no sobrevive más de 5 años. La clave de la longevidad suele residir en la innovación.